domingo, 22 de mayo de 2016

Incidencia de la inteligencia artificial en nuestra vida

     Rescato una vez más el tema de la IA pues me gusta mucho, siendo parte de lo que estudié en ingeniería y que intentaré abordar de forma técnica y de una forma práctica más adelante. Pero de momento voy a tratar el tema desde los puntos de vista de los participantes de la mesa de Cuarto Mileneo en el programa 454 y desde la visión planteada por una serie de televisión que recomendó una usuaria por Twitter: Humans.

     Iker hace la presentación sobre los autómatas a los que daba vida a principios del siglo XX Francisco Sanz. Lo que hacía este ventrílocuo era una "simulación" de lo que podría ser una persona. Las máquinas como nosotros creemos que podrían llegar a ser

simplemente son (y serán) una proyección que nosotros hacemos sobre unos simples trozos de plástico y metal, a los que queremos darles, y ver en ellos, propiedades humanas como la inteligencia, bondad o maldad.
     Hay una escena en Teminator Genesis donde el protagonista dice:
»No quiero seguir viviendo matando«. Que sería como decir: »No quiero matar más tostadoras« No nos confundamos, y que no nos confundan. Destruir un objeto animado, por mucha cara de persona que tenga o cualidades que hayamos visto en él, sigue siendo un muñeco.

Si tuvieras que elegir entre una de las dos, ¿a cuál eligirias?
Si tuvieras que eliminar a una de las dos para salvar el mundo,
¿a quién preferirías liquidar?

      Otra cuestión es que los robots son producto del trabajo en grupo de un enorme equipo multidisciplinar. Para superar a un robot habrá que ser más listo de lo que sus creadores han sido. Para luchar contra esa vicisitud los muchachos del futuro deberán estudiar muchísimo o hacer cosas que ese equipo de ingenieros no sea capaz de diseñar, o se verán superados por algo que no podrán comprender. De hecho los primeros en caer del sistema serán los que viven inmersos en su mundo pensando que trabajar para tener un sueldo a final de mes es suficiente. Sencillamente porque se debería preguntar en cada momento: ¿Que tipo de robot podrá sustituirme en el trabajo?

Otras preguntas que nos podemos plantear son:
¿Para qué se van a utilizar a los robots?
¿Quién trabajará en el futuro? Y ¿en qué trabajarán?

Falacias
La falacia de que la tecnología nos permitirá vivir mejor, o  nos hace más libres e incluso que podría eliminar el hambre en el mundo es tan falsa como decir que en economía "Para repartir la riqueza primero hay que crearla, si no lo que repartimos en parte aliquota es la miseria."

Para empezar, en la falacia de la economía, se ha ido generando tanto dinero y se está generando tanto en forma de burbuja que bien distribuido todo el mundo podría vivir comodamente. El dinero está en manos de unos pocos, en concreto dicen que el 5% de los más ricos tienen el 95% del dinero de todo el mundo. En un artículo son más exactos: Los 85 más ricos del mundo tienen el mismo dinero que la mitad más pobre del planeta.
Pues exactamente lo mismo, pasa con la tecnológia. Hay tanta tecnología que bien usada y siendo usada por todo el mundo podría ayudar en la agricultura o a que los paises en desarrollo pudieran dedicarse a la fabricación de sus propios recursos mecánicos o tecnológicos. Y de igual modo los alimentos también están mal distribuidos, pues bien distribuidos se podría erradicar el hambre del mundo en menos de dos mes.

Ahora mismo entre las empresas que explotan la mano de obra barata como Inditex y las empresas que tienen toda su producción basada en máquinas como Adidas estamos entra la espada y la pared. En el debate de Cuarto Milenio se puso un tiempo en el que la tecnología del tipo robot sería de uso comun de 5 años. Me parece muy poco tiempo la verdad. Una cosa sí es cierta o las generaciones venideras espabilan o el nuevo orden mundial se los come. Ya digo que 5 años me parece muy poco tiempo, pero hay que darse cuenta de qué de los 60’ a los 70’, de los 70’ a los 80’ y de los 80’ a los 90’ hubieron cambios muy graduales, pero desde el 2002 al 2016 la tecnología ha dado un gran empujón. Ayudada también por los diversos descubrientos físicos y aplicación de la tecnología avanzada al alcande de casi todo el mundo. En cierto modo José Manuel Nieves tiene razón: las máquinas trabajarán y las personas vivirán. Pero esas personas son la gente adinerada. Muy adinerada. El resto mal vivirá o directamente morirá

     Para mí la IA sin sentimientos es una simple simulación muy bien programada. No siente, ni padece solo ejecuta un código programado. Otra cosa es que se creen máquinas a partir de tejido vivo y puedan sentir. Entonces, estamos hablando de otra cosa. El auténtico dilema vendrá con los cyborgs como muy bien decía José Vicente en el debate o como plantea la serie Humans. Hace relativamente poco escribí este artículo sobre las leyes para con los cyborgs. Pero es posible que escriba otro artículo exclusivamente sobre ellos.

     Otra cosa que se planteó en el debate fue que las máquinas ya están haciendo tareas como la resolución de problemas vía teléfono. Aunque gracias a Dios aún no lo hacen demasiado bien. Todo está también en la medida en que nosotros nos dejemos pisotear. Tendremos que organizarnos sí o sí y hacer lobbying ciudadano. Actuando de forma concentrada en asuntos como: Si Coca-Cola despide a 500 trabajadores de una fabrica en tal sitio → nosotros no compraremos ninguno de tus productos.
Cosa que también podrían poner en práctica en USA ya mismo aplicándoselo a Donald Trump: si eres un xenófobo → no compramos tus productos. Incluso sus empleados en Las Vegas podrían decir: si nos tratas como esclavos → hasta luego Donald.

Y por último para concluir por ahora: La auténtica IA no será a la que ordenes una cosa y por compleja que sea la haga en cuestión de segundos, sino que un militar le diga:
- ¡Ataca esa posición!
Y que la máquina conteste:
- ¿Por qué?
En un concepto claro y simple: Que se cuestionen cosas. Para nosotros muy fácil, pero muy muy difícil de programar.

     @eltiopacote
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